Desde la infancia, los niños utilizan comportamientos de succión para calmarse. De hecho, muchos padres confían en chupetes, juguetes para la dentición y otros artículos diseñados para que los niños succionen con el fin de fomentar la regulación emocional en sus hijos.
A medida que los niños crecen, pueden desarrollar el hábito de chuparse el dedo o el pulgar. Desafortunadamente, chuparse el dedo puede tener efectos secundarios negativos duraderos si el hábito persiste después de los cuatro años. Los posibles efectos secundarios de chuparse el dedo prolongada o intensamente incluyen los siguientes cinco.
1. Mordida abierta
Los efectos secundarios permanentes más graves de chuparse el dedo son los tipos de maloclusión dental. Maloclusión es un término categórico que describe la desalineación de los dientes que es visible cuando la boca está cerrada. Dos de los tipos más comunes de maloclusión causada por chuparse el dedo son la mordida abierta y la sobremordida, que analizaremos en la siguiente sección.
La mordida abierta ocurre cuando los dientes frontales superior e inferior se dirigen hacia afuera. Esta desalineación significa que los dientes frontales no se tocan, incluso con la boca de su hijo completamente cerrada.
La mordida abierta puede requerir una corrección de ortodoncia en el futuro o puede complicar otras desalineaciones dentales que requieran tratamiento de ortodoncia.
2. Sobremordida
Como la maloclusión de mordida abierta, la sobremordida ocurre cuando los dientes se dirigen hacia afuera. Sin embargo, en una configuración de sobremordida, esta desalineación se limita a los dientes frontales superiores. Esta desalineación significa que los dientes superiores cubren los dientes inferiores cuando la boca de su hijo está cerrada en lugar de que los dientes superiores e inferiores se toquen normalmente.
La maloclusión por sobremordida puede afectar la forma del rostro y la sonrisa. Las personas con sobremordidas extremas pueden necesitar un tratamiento de ortodoncia extenso para corregir el problema.
En algunos casos, los pacientes con sobremordida pueden necesitar tratamiento con arnés y otros aparatos de ortodoncia alternativos, ya que los dientes superpuestos pueden impedir la colocación adecuada de los brackets metálicos tradicionales.
3. Problemas de la piel
Los niños que se chupan el pulgar a lo largo de los años pueden experimentar problemas cutáneos incómodos o graves en su pulgar preferido. Cuando se expone a la humedad de la boca, la piel puede volverse vulnerable a otras lesiones. En algunos casos, la piel puede agrietarse o sangrar, lo que hace que las manos de su hijo sean vulnerables a infecciones.
El pulgar puede comenzar a lucir calloso. Además, la presión y la humedad de chuparse el dedo pueden deformar la uña del pulgar, causando crecimiento o descamación.
Si su hijo experimenta problemas importantes en la piel debido a la succión del pulgar, es posible que deba desalentar el comportamiento vendando el pulgar afectado, colocando un guante médico sobre el dedo o protegiendo el pulgar de otra manera.
4. Impedimento del habla
Debido a que chuparse el dedo afecta el desarrollo de los dientes, la mandíbula y el paladar, el hábito también puede cambiar la forma en que su hijo come y habla. Chuparse el dedo puede causar ceceo y otros impedimentos del habla.
Sin el cuidado dental correcto, incluso la terapia del habla de alta calidad puede no corregir completamente estos impedimentos porque los sonidos deformados son causados, en parte, por la forma de los dientes de su hijo en relación con su lengua.
Los impedimentos del habla pueden dificultar que su hijo se comunique de manera eficaz. Muchos niños con impedimentos del habla también experimentan altos niveles de frustración, ira y sentimientos de aislamiento.
5. Problemas sociales
Los niños que se chupan el pulgar en público pueden convertirse en el blanco de las burlas de sus compañeros. Si bien chuparse el dedo es un hábito infantil normal, cuanto mayor sea su hijo, más personas pueden juzgarlo por continuar con el hábito.
Mientras trabaja para ayudar a su hijo a dejar de chuparse el dedo, es importante recordar que este hábito no indica ningún problema fisiológico o de desarrollo. Es posible que tu hijo necesite tu ayuda y la ayuda de un dentista o pediatra para romper el hábito. Sin embargo, eliminar el comportamiento de chuparse el dedo es un objetivo en el que puede trabajar con el tiempo y que debe lograrse mediante el refuerzo positivo en lugar del castigo.
En los niños sin dientes permanentes, chuparse el dedo suele ser inofensivo. Sin embargo, a medida que los dientes de leche de su hijo comienzan a caerse y los dientes permanentes comienzan a desarrollarse, debe animar a su hijo a que cambie a otros métodos de comodidad.
¡Si padeces cualquiera de estas afecciones no dudes en visitarnos! En la Clínica Ávila nuestros dentistas de confianza en Pacífico son expertos en tratamientos para cuidar tu salud. Ven a visitarnos y consulta nuestros tratamientos.
Puedes contactar con nosotros en:
- Dirección: Av. de la Ciudad de Barcelona, 89, 28007 Madrid
- Teléfono: 673 28 44 28
