Dependiendo de cuánto se haya astillado o roto el diente, los signos y síntomas de los dientes rotos pueden variar. Sin embargo, la mayoría de las veces, un diente roto te producirá dolor al morder. También puede volverse sensible a alimentos y bebidas calientes o fríos, causando dolor o malestar al comer…
Esto se debe a que las astillas o grietas en el esmalte dental (la capa externa dura y blanca del diente) pueden exponer los nervios y los vasos sanguíneos de la pulpa (el tejido blando interno de los dientes), lo que aumenta el dolor y la sensibilidad de los dientes.
Si no se trata, un diente roto puede comenzar a causar dolor incluso cuando no estás masticando, ya que las grietas profundas pueden provocar una infección del tejido pulpar, que puede afectar el hueso y las encías cerca del diente roto.